Honda ha entregado la primera unidad de su moto RC213V-S en una de sus instalaciones del Reino Unido. El receptor es John Brown, propietario de un concesionario de la marca en Manchester y reconocido coleccionista de motocicletas del fabricante nipón, ha explicado la marca en un comunicado.
Así vivió la entrega John Brown.
La RC213V-S es una auténtica MotoGP “vestida de calle”, para clientes dispuestos a pagar no menos de 188.000 euros. Tiene condición de edición limitada y numerada de unas 250 unidades, aunque todo apunta a que hará honor a su denominación numérica y al final serán 213 unidades, con un precio de partida al alcance de muy pocos, que la aleja del mercado habitual de usuarios de motos de altas prestaciones.
Llega el momento de hacerle la revisión a la moto y como en el anuncio de la tele… “es que ahora no me viene bien, mejor el mes que viene”. Pero claro, solo un apunte ¡tu moto no puede esperar! Hacer las revisiones cuando toca es imprescindible, la salud de la moto está en juego y si me apuras, incluso la tuya, ya que tener la moto a punto, podría evitarte más de un accidente.
Así que no te preocupes aquí te damos 10 consejos para hacer tú mismo la revisión de tu moto y ahorrarte ese dinero que tanto te hace falta para otras cosas.
El término “cafe racer” se atribuye a los británicos entusiastas de la motocicleta de los años 60. Describe un estilo de moto característico que se utilizaba para trayectos cortos y rápidos entre cafés y bares.
El concepto es una moto potente y ligera modificada para favorecer la velocidad y el manejo, sacrificando el confort. Entre sus características básicas tenemos semimanillares bajos para favorecer la postura aerodinámica del piloto y reducir la resistencia al aire, un depósito alargado con abolladuras en la parte trasera hacia el interior para encajar las piernas y el asiento modificado para una sola plaza.
Arriba vemos un claro ejemplo de café racer de una Triton, marca que ensamblaba motores Triumph en chasis Norton.
Tendencia de moda
Esta tendencia de los años ’60 está de moda. Cada vez hay más amantes de este estilo de motos que invierten tiempo en conseguir esa moto deseada y personalizada. Hoy queremos contaros el caso de Arturo Terol, tatuador de profesión pero #CafeRacerLover de corazón.
La Isla de Man atrae cada año a más de 60.000 moteros que la invaden para ver en persona esta carrera centenaria sin ley: no hay límite de velocidad.
El 28 de mayo de 1907, veinticinco locos de las dos ruedas se atrevieron a competir por los tortuosos caminos de caballos que atravesaban la Isla de Man, situada en el Mar de Irlanda, en la costa oeste de Gran Bretaña. Dieron la vuelta al islote en un recorrido de 37,73 millas-61 kilómetros-, a una velocidad de 60 kilómetros por hora. En aquellos tiempos, las carreras de motos estaban prohibidas en Inglaterra, pero Man tenía estatus de nación y su legislación era independiente. Una autonomía que permitía a la isla eludir los límites de velocidad. Fue el argumento clave para convertirla en el escenario de una prueba que se transformó en legendaria gracias a su peligrosidad.
Desde entonces esta carrera se ha convertido en una leyenda, aunque amarga. Es la carrera en la que más pilotos han fallecido, al menos 240. Pero sigue en pie. Es una adicción peligrosa pero adicción al fin y al cabo.
Los habitantes de la isla se jactan de haber perdido a algún pariente sobre una moto a lo largo de estos 100 años. Para ellos es un honor. Son los mayores embajadores de esta carrera que ha conseguido conferir a este islote sin ley de fama internacional.
Una isla donde las motos campan a sus anchas con un límite de velocidad en las calles de 130 millas (200 km). El paraíso para muchos.
Pero para ir allí hay que prepararse. Entrenar. Equiparse. Y tener tu moto a punto. Quizás te vendrían bien un par de slicks para rodar sin miramientos. O puede que algún otro recambio. Tenemos muchas piezas, echa un vistazo aquí.
